Emociones de Geriátrico

Tiene nombre y apellidos. Para la Seguridad Social son solo números repletos de ceros. Por no tener, no tiene casi ni identidad fuera de esas cuatro paredes. O eso es lo que nos han hecho creer. Tiene el universo colgado en sus ojos, prendado, prendido, en constante incendio evacuado. Son azules, azules claro, pero profundos. Tan profundos que puedes leer todas y cada una de las palabras que murmura en susurros cada vez que te mira. Y sonríe con los ojos, casi imperceptible, pero lo hace. Y sabe que lo observas, que te das cuenta. Y ahí empieza este torrente incombustible de emociones, que a pesar de ser de geriátrico, no han conseguido apagar. Vida eterna. Le he dicho "te queremos". Ha levantado la vista y me ha mirado. Hacia dentro, desde dentro. Silencio. Se ha quedado callado y me ha dicho "no entiendo lo que hablas reina". Reina moza me llama, y mi abuela es la reina mujer. No es poco listo ni ná. Se lo he repetido. Te queremos, yo te quiero m...