Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2015

Sonrisa diabética

Imagen
Tengo los pulmones de cristal y tu dióxido es de acero. Hierve la sangre, aplasta por dentro. Tienes las palmas curtidas y negras, acaricias como el algodón en pleno invierno. Sabes de mis sentimientos todo lo que yo ignoro. Punto ciego. Sé todo lo que tu ignoras a cerca de mis demonios. Área oculta. Incapaz de controlar tus impulso. Me besa siempre como la primera y última vez. Incapaz de retener tus besos, creo siempre que no hay otro ayer. Tiemblas cuando te digo que me haces temblar. Tiemblo cuando dices que te vas. Tiemblo y no respiro. porque es el último Réquiem que tu veneno lento me permite acabar. La última sonata de dióxido que voy a poder sustantivar. Porque con tanto ente abstracto basado en el amor, se me olvida la lógica de sumar. Tú y yo. Almas completas, pronombres a medias. Versos inacabados.

Equivocaciones

Imagen
Soy impredecible y temporal. Soy indecisa y mi autoestima cuelga de un hilo en los días grises. Días que fueron demasiados hace un tiempo, y ahora... acechan con volver a estropear los años. Que pena que no sepa aceptar que debo depender de mi misma, o de nadie más. La calma en barco ajeno... zozobra. Luego siempre me pasa aquello de "consejos doy, consejos vendo y para mi no tengo". El caso es que hay grandes personas, grandes almas que nunca llegarán a ser mías porque desaproveché el momento. Lo reconozco. Me equivoqué. Lo sabes, lo sé. Y es tarde, tan tarde que ya ni los nunca son amables. Mira que me lo advertiste, mira que me dijiste, joder, otra oportunidad. Y yo, tonta y cínica, dejé volar cientos de pájaros. Porque me encantan las cosas etéreas, pero me di cuenta tarde de que a ti te quería sentir todos los días. "Te perdí por pensar que te tenía". Armas de doble filo apuntan al cielo. Sobre mi disparan. No me llaman caballero ni las puertas de lo...

Mea culpa

Imagen
Cuantas veces dijimos de volvernos a ver, de volver a vernos. Y sin embargo ya no somos nada. Tan poco que ni me miras, me rehuyes, me apartas la mirada. Mea culpa. Quizá estuviese equivocada, no sé. En ese momento decidí por los dos, y ahora eres tú quién impone el silencio por ambos. Que pena. Hasta Ludovico suena a veces triste, ahora que tú ya no le lloras, ahora que no te has vuelto a parar a escucharlo como hacías conmigo. Que pena. Mea culpa. Pero tampoco son reproches; fueron elecciones dependientes de un momento, de las que ahora colean mil emociones. Soy yo. Yo que nunca pude o supe separarme al cien por cien del bendito pasado. Recuerdo lo que eras en el útlimo otoño, casi como la boina gris y el corazón ardiente. Casi...  casi que no. B ienvenido de nuevo.

Esquizofrenia

Imagen
Iba a escribirle al hombre que de unos meses aquí ha sido mi esquizofrenia, al loco que entre drogas se perdió y el solo volvió a resurgir. Iba a escribirle a la razón... Pero no la encontré. Me recuerdas tanto a mi hermano que no puedo evitar considerarte de mi familia. Porque lo eres. Me recuerdas tanto a mi, que no puedo evitar esquivarte cuando me miras con esa mirada felina que me traspasa más allá del alma. No quiero imaginarme cuando revientes en palabras. Te quiero. Con las ocho letras, y todos sus silencios. Es que no tengo otra forma de expresar el sentimiento que me produces, te quiero. Como a no sé, porque no se muy bien que se quiere, como se sabe, cuando se quiere saber, o cuando querer no sabemos. Esquizofrenia. Vuelve, por favor. Porque ya lo decía un viejo cantante "no solo respirar es vivir". Y a mi me haces falta, más de lo que te piensas. Eres ese ser etéreo que está sin estar, y sin estar tiene presencia. Voluble, pero etérea. Vuelve, vuelve par...

Despacio

Imagen
No hay cielo más bonito que el de tus ojos, no hay retales más deshechos que los míos. Y no es que tú me hayas roto, ni si quiera te conocía, pero ya te estaba anhelando. Me iba en tren, veía el reflejo de las personas en el reflejo del horizonte, sin saber que en esa distorsión, también estabas tú. De repente el tren se ralentizaba. Despacio. Así debería ir mi vida y sin embargo soy torrente incombustible e incoherente. Acelera. Por la ventana se aprecia el contraste la mierda del vertedero; Tú; y el verde prado colindante; Tú. También. A ver si con el buen tiempo puedo dejar de pensarte.