Equivocaciones
Soy impredecible y temporal. Soy indecisa y mi autoestima cuelga de un hilo en los días grises. Días que fueron demasiados hace un tiempo, y ahora... acechan con volver a estropear los años.
Que pena que no sepa aceptar que debo depender de mi misma, o de nadie más. La calma en barco ajeno... zozobra.
Luego siempre me pasa aquello de "consejos doy, consejos vendo y para mi no tengo". El caso es que hay grandes personas, grandes almas que nunca llegarán a ser mías porque desaproveché el momento.
Lo reconozco. Me equivoqué.
Lo sabes, lo sé. Y es tarde, tan tarde que ya ni los nunca son amables.
Mira que me lo advertiste, mira que me dijiste, joder, otra oportunidad. Y yo, tonta y cínica, dejé volar cientos de pájaros.
Porque me encantan las cosas etéreas, pero me di cuenta tarde de que a ti te quería sentir todos los días. "Te perdí por pensar que te tenía".
Armas de doble filo apuntan al cielo. Sobre mi disparan.
No me llaman caballero ni las puertas de los lavabos, que triste. Hoy no tengo la cabeza, pero me queda la cerveza. Enciende la tele, deja de pensar, carnavales en Cádiz. Yo no me equivocaría otra vez, porque no creo en las equivocaciones, porque de todo se aprende, porque no hay errores. Pero si pasados más certeros que otros.
Tú fuiste certero en mi alma. Pero Cupido no se retracta.
Brindo por los errores, si eso es lo que fui, porque tu fuiste el más preciado acierto de los míos.
Que pena que no sepa aceptar que debo depender de mi misma, o de nadie más. La calma en barco ajeno... zozobra.
Luego siempre me pasa aquello de "consejos doy, consejos vendo y para mi no tengo". El caso es que hay grandes personas, grandes almas que nunca llegarán a ser mías porque desaproveché el momento.
Lo reconozco. Me equivoqué.
Lo sabes, lo sé. Y es tarde, tan tarde que ya ni los nunca son amables.
Mira que me lo advertiste, mira que me dijiste, joder, otra oportunidad. Y yo, tonta y cínica, dejé volar cientos de pájaros.
Porque me encantan las cosas etéreas, pero me di cuenta tarde de que a ti te quería sentir todos los días. "Te perdí por pensar que te tenía".
Armas de doble filo apuntan al cielo. Sobre mi disparan.
No me llaman caballero ni las puertas de los lavabos, que triste. Hoy no tengo la cabeza, pero me queda la cerveza. Enciende la tele, deja de pensar, carnavales en Cádiz. Yo no me equivocaría otra vez, porque no creo en las equivocaciones, porque de todo se aprende, porque no hay errores. Pero si pasados más certeros que otros.
Tú fuiste certero en mi alma. Pero Cupido no se retracta.
Brindo por los errores, si eso es lo que fui, porque tu fuiste el más preciado acierto de los míos.
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