Me miras y no me ves.
De repente te enamoras.
De repente tu estado de ánimo se convierte en un continuo va y ven. En mi caso, resultó que sólo iba yo. Mi segunda parte se quedó por el camino. Y entonces pensé, que quizá no era correspondida. Lo pensé con duda, porque aunque ya lo sabía, aceptarlo duele. De pequeñas heridas de grandes cicatrices. Luego dicen que escribo tu nombre entre líneas, que susurro tus palabras al viento cuando creo que aún te tengo.
A lo mejor es que tu nombre resuena cada vez que te llaman o no te llaman, cada vez que cuatro letras y dos sílabas estampan en el aire. Y no sé exactamente porqué te miro con los mismos ojos que ayer, si hoy ni siquiera me miras. Si hoy ni siquiera me ves. Hacía tiempo que no sentía. Hacía ya años. Y más años los que contigo se irán. Algunos lo llaman karma. Yo... yo sigo soñando con que vuelves a dormir en mis sábanas.
Nos conocimos por casualidad, en extrañas circunstancias, como quién no viene a cuento, como dos perfectas almas que huían dentro del mismo círculo. Pero resulto no ser cierto. Las primeras semanas fueron increíbles, maravillosas, etéreas.... porque después ya no hubo más. Tú desaparecías poco a poco, tan etéreo como mis emociones te quedaste... y yo quería más. Tú menos. Distinto signo. Distinto camino.
Y me jode que no seas capaz de ver, que como al respirar te necesito. Aunque suene a tópico. Conforme ibas alejándote mi respiración fue desapareciendo. En un momento dejé de inspirar, y mi alma expiró contigo. ¿Lo peor? Que quedan muchos años de vernos y como esto no acabe, acabará conmigo. Ya me quema recordarte. Imagínate cada vez que te veo y me miras.... y no me ves.
"Quedamos en dejarlo,
morir en primavera.
Será un invierno largo
juntando los pedazos
que nos quedan."
Yo también te comería a versos.
De repente tu estado de ánimo se convierte en un continuo va y ven. En mi caso, resultó que sólo iba yo. Mi segunda parte se quedó por el camino. Y entonces pensé, que quizá no era correspondida. Lo pensé con duda, porque aunque ya lo sabía, aceptarlo duele. De pequeñas heridas de grandes cicatrices. Luego dicen que escribo tu nombre entre líneas, que susurro tus palabras al viento cuando creo que aún te tengo.
A lo mejor es que tu nombre resuena cada vez que te llaman o no te llaman, cada vez que cuatro letras y dos sílabas estampan en el aire. Y no sé exactamente porqué te miro con los mismos ojos que ayer, si hoy ni siquiera me miras. Si hoy ni siquiera me ves. Hacía tiempo que no sentía. Hacía ya años. Y más años los que contigo se irán. Algunos lo llaman karma. Yo... yo sigo soñando con que vuelves a dormir en mis sábanas.
Nos conocimos por casualidad, en extrañas circunstancias, como quién no viene a cuento, como dos perfectas almas que huían dentro del mismo círculo. Pero resulto no ser cierto. Las primeras semanas fueron increíbles, maravillosas, etéreas.... porque después ya no hubo más. Tú desaparecías poco a poco, tan etéreo como mis emociones te quedaste... y yo quería más. Tú menos. Distinto signo. Distinto camino.
Y me jode que no seas capaz de ver, que como al respirar te necesito. Aunque suene a tópico. Conforme ibas alejándote mi respiración fue desapareciendo. En un momento dejé de inspirar, y mi alma expiró contigo. ¿Lo peor? Que quedan muchos años de vernos y como esto no acabe, acabará conmigo. Ya me quema recordarte. Imagínate cada vez que te veo y me miras.... y no me ves.
"Quedamos en dejarlo,
morir en primavera.
Será un invierno largo
juntando los pedazos
que nos quedan."
Yo también te comería a versos.
Comentarios
Publicar un comentario