Poesía
Me encanta mirar fijamente a tus ojos cerrados,
como si aun con los párpados abajo pudiera ver por las ventanas abiertas de tu alma.
Me gustan las palmas de tus manos
con las que me acaricias como si no hubiera mañana.
Me gustan los olores de los últimos pisos sin ascensor.
Me gusta que me guste todo lo que los demás no saben apreciar.
En el fondo tú y yo seguimos estando colgados del mismo péndulo que nos balancea con el correr del plomo, con el mercurio del termómetro.
Carbón el de tu pelo.
Nácar tu sonrisa.
Mañana, al fin, diréis que escribí poesía...
...pero no dejará de ser la misma mierda que salía de mi boca,
con palabras más bonitas.
como si aun con los párpados abajo pudiera ver por las ventanas abiertas de tu alma.
Me gustan las palmas de tus manos
con las que me acaricias como si no hubiera mañana.
Me gustan los olores de los últimos pisos sin ascensor.
Me gusta que me guste todo lo que los demás no saben apreciar.
En el fondo tú y yo seguimos estando colgados del mismo péndulo que nos balancea con el correr del plomo, con el mercurio del termómetro.
Carbón el de tu pelo.
Nácar tu sonrisa.
Mañana, al fin, diréis que escribí poesía...
...pero no dejará de ser la misma mierda que salía de mi boca,
con palabras más bonitas.
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