Sobran los motivos


Este año he aprendido muchísimas cosas.

  1. Es imprescindible apoyarse en quienes te quieren en los momentos más difíciles.
No hay que buscar muy lejos. Se encuentran simplemente unas puertas más allá, a una llamada, a un breve e insignificante camino en bus. No lo dudes, cuando tu cuerpo no lo aguante más, cuando tu mente vaya a explotar, no huyas; simplemente sal corriendo, reencuéntrate con los paisajes de tu calma, de tu alma, y vuelve cuando amanses tus tormentos.
No se puede estar toda la vida ocultando  tus fantasmas, hay que pelearlos, y quien mejor para ayudarte que aquellos que intentaron enseñarte que no existían.
Como dice el gran maestro "huyendo conmigo de mi".

  1. Enamorarse es maravilloso hasta cuando el amor te lleva a la más absoluta ruina.
Cada vez más me doy cuenta de que el amor que no es libre no es amor. Los celos, la posesión, el rencor. Nos hacen creer que estamos por encima de nuestros compadres, de quienes calzan nuestra misma piel. El amor que no es libre no es sano. Basado en mentiras, en verdades a medias. Medias que acaban en otras camas que no son la mía. Y aunque ese amor te haga perderte, te haga negar a tus cimientos, por favor, mantente, rechaza la negra sombra del "querer" y vuelve a repartir ese amor materno que tan bien nos hace.

  1. Y hablando de amor, las caricias son el orgasmo más reconfortante en los días de lluvia.  
Y mira que ha llovido poco. Una sola semana. La mejor semana del último mes. Porque me produces pequeños ataques epilépticos, pequeños terremotos con sólo rozarme, y no sé exactamente qué clase de química es esa, solo espero que no se acabe nunca.

  1. La música es música por todo lo que significa para mí
Y este año, la música me ha hecho conocer a gente tan maravillosa que espero que jamás deje de sonar. Pedro Pastor me regaló los oídos con La Vida Plena, y desde entonces confirmo que amo plenamente hasta el más mínimo café en la fría mañana. Andrés Suárez me contó pequeñas historias, en diagonal, pero mirándome a los ojos.
 Pero no son los mejores. Los mejores sois todos y cada uno de vosotros, con vuestras guitarras, vuestros cajones, las panderetas, las palmas, los contrabajos, los bajos, las voces, los gritos… Las ganas de comernos el mundo en cada acorde, siempre acordemente superior a nuestras expectativas.

  1. La poesía es capaz de unirnos. La poesía son breves versos que condensan las atmósferas de tu cuarto. La poesía es mi espalda en tus manos.
Y aunque no sepa escribirla, sé que tu comprendes que esta prosa poética va más allá de montones de mierda apalabrada; sale de los roncos gritos de mi garganta para plasmarse como suaves líneas sobre un teclado. Escúchala, quizá esté hablando de ti y ni siquiera te hayas percatado.
También he de reconocer que la mejor poesía, tú y yo, la más explícita siempre se queda en casa. A ver si de verdad te vas a dar cuenta de que hablaba de ti y tenemos un problema. No me gusta darle explicaciones al amor.

  1. Siempre hay motivos por los que brindar. Siempre hay ganas de echarse una caña. Nunca está de más otra caña. Siempre hay gente dispuesta a ayudarte, siempre hay gente con la que hablar, con la que reír, con la que llorar. Siempre hay buenas razones por las que disfrutar de la vida.
Nos sobran los motivos y a veces incluso nos faltan buenas razones, pero seguimos los impulsos vitales del sol, que nos lleva a no dejarnos nada por hacer. Alza tu cerveza conmigo, brinda por la libertad.



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