Lluvia ácida

El mundo nos recuerda cada día que la seguridad certera no existe. Se levantan vendavales al son de tus resquejos, se oyen requiebros al son de los vientos. La lluvia empapa tus ropas y tu mente. Pero hoy no es clara. Hoy no te va a dejar pensar.
Hoy sólo existe el bullicio, los recuerdos hervidos con vino y vodka que no se dejan entreveer con claridad. No veo nada. Ni siquiera puedo soñar.

Hacia meses que no nos veíamos y pese a todo, nosotros también volvimos a llover. Agua y vendaval. Supongo que no era lo esperado, aunque si de esperar. 
Mañana escampara, replicaran campanas. Es tiempo de vendimia, comienza la cosecha. Tal vez, podamos volver a empezar.

Una vez un gran amigo me dijo "la magia, como el amor, comienza donde tu decides. Prueba a empezar desde el corazón." Vamos a ponerlo en práctica, por favor.


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