Entradas
Mostrando entradas de 2014
Me miras y no me ves.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
De repente te enamoras. De repente tu estado de ánimo se convierte en un continuo va y ven. En mi caso, resultó que sólo iba yo. Mi segunda parte se quedó por el camino. Y entonces pensé, que quizá no era correspondida. Lo pensé con duda, porque aunque ya lo sabía, aceptarlo duele. De pequeñas heridas de grandes cicatrices. Luego dicen que escribo tu nombre entre líneas, que susurro tus palabras al viento cuando creo que aún te tengo. A lo mejor es que tu nombre resuena cada vez que te llaman o no te llaman, cada vez que cuatro letras y dos sílabas estampan en el aire. Y no sé exactamente porqué te miro con los mismos ojos que ayer, si hoy ni siquiera me miras. Si hoy ni siquiera me ves. Hacía tiempo que no sentía. Hacía ya años. Y más años los que contigo se irán. Algunos lo llaman karma. Yo... yo sigo soñando con que vuelves a dormir en mis sábanas. Nos conocimos por casualidad, en extrañas circunstancias, como quién no viene a cuento, como dos perfectas almas que huían dentro d...
As de corazones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Si algo he aprendido en el casino de la vida es que aquí jugamos todos. Que nuestro ego se ve condicionado por todos y cada uno de los nuestros. Que yo no soy nadie... y que nada tengo. Cuando dominas la situación, cuando no crees ser peón del tablero. Joder, que bien sienta, que alegría, que control. Y después decepciones porque tu eres el juego y él el jugador. Necesito un tiempo para recomponerme, un tiempo para volver a empezar. Como enamorarse de nuevo, para de nuevo caer en el abismo. Al final tropezamos y caemos siempre en lo mismo. Por pecar de ingenua, por querer al carió más que a uno mismo. Porque los días grises quieren conmigo quedarse y yo rezo porque las nubes vuelen con el cierzo del invierno. El invierno del mundo. Cuantas decepciones, cuantos llantos, cuantos libros a mitad dejados. Cicatrices fraguadas al calor de las llamas. Dádnos aire, dádnos mar; esencias de libertad. Dádnos la vida, negarnos la paz, que poco a poco la conseguiremos, quitando tintes de ma...
Libertad es sueño
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Pasamos la noche en blanco, regozijandonos en nuestros ojos. A tan solo dos centímetros de tu verde luz. Las paredes oyen, tu respiración se agita. Mañana volverá a ser nuevo día. Yo soy de naturaleza inquieta, nerviosa. Me altero con facilidad y con facilidad me alteras. Me cambias de tal forma que hasta la noche deja de ser amarga. Amargos los besos del tintero, las bocas sin dueño. Pero ya son sólo vagos recuerdos. Y entre tu amor me duermo. Primera fase del sueño: sueño ligero. Sueño entre nubes, todo sin matices, en positivo. No hay rencores ni adióses, no hay nada que pueda mermar mi calma. Por soñar no sueño contigo, eso ya lo hago despierta: sueño con llenar las horas muertas, con volver a arrancar el minutero de todos los relojes, con parar el tiempo, con los derechos seniles, con las locuras cuerdas, con las cuerdas rotas, con las crines secas... con las amargas notas. Ensoñaciones. Segunda fase del sueño: sigo soñando que soñar no tiene dueño. Que "la libertad es ...
Tsunami
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Hace apenas un año, mis emociones eran contenidas dentro de mí durante largos periodos de tiempo. Solo, de vez en cuando, muy de vez en cuando, explotaba. En forma de tsunami. Ahora, tras un año en el que mi vida a pendido del hilo de mi mente, tras tanto frío en pleno verano, tras tantas horas en vela, tras tantos sueños que me hacían estrellarme más de cerca con las grandes olas... tras tanto sufrimiento, mis sentimientos han decidido aflorar. Y a veces lloro antes si quiera de empezar. Cuantas más historias escuchas, más piensas que lo tuyo no es tanto como parece. En el fondo, toda la vida se sustenta en una conciencia, la conciencia individual, la colectiva, la tuya, la mía, la nuestra. O en ninguna. Porque hay días en los que ni los de siempre siguen en su sitio. ¿Cuanto dolor somos capaces de soportar? ¿Cuánto dolor ajeno estás dispuesto a permitir? ¿Cúal es el precio de tu egoísmo? ¿Cúal es el precio de tu precio? Muchas veces lloro, como ya os he dicho. Y cuanto más ll...
El eterno retorno del amor
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Cuando la verdad se torna eterna, cuando el alma ya no guarda rencor. Cuando somos capaces de asumir, de no negar, de dejar correr el llanto..... Y el humo en los pulmones oxidados. Cuando por fin volvemos a sentirnos libres, cuando la opresión ya no nos aferra el pecho, cuando las manos no desgarran el rojo escrito del pecho, llamado corazón. Cuando ya no corre prisa, cuando todo de nuevo se torna nueva calma. Donde ya no hay tiempo, ni espacio. Sólo la nada. Cuando somos capaces de retornar en esencia a lo que en esencia pura fuimos. Cuando nada desde fuera nos hace provocarnos errores a nosotros mismos. Cuando ya no se de ti. Cuando de mi ya no sabes querer, cuando de mi ya no sabes saber. Cuando los labios ajenos ya no sepan a mis labios, cuando la sabia pura retorne al árbol. Cuando la contaminación acústica deje de llorar en tus oídos; cuando los cinco sentidos vuelvan a ser cinco. Cuando vuelva la razón más blanca que nunca... para volverse de nuevo paupérrima ...
Los días grises
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones

Estoy nerviosa, pero no lo aparento. Sigo evocando otros días en noches oscuras, otras lágrimas impregnadas en melancolía. Y no siento. Ni siento ni rememoro esa sensación... pero si me acuerdo de tus besos. Una vez cada cierto tiempo acabo llorando enfrente de un viejo espejo, una vez cada cierto tiempo concreto en el espacio mi yo perfecto. Y con el sonido lejano de las olas se van humedeciendo los lagos, van emergiendo espejismos y desapareciendo la realidad. Viajo a otro lugar. Sola. Ciudadana de un lugar llamado mundo. Allí me doy cuenta de que todos somos movidos por los mismos hilos, por los mismos fragmentos del subconsciente que provocan tanto daño, tantos engaños. Los prestidigitadores mancos siguen jugando contigo, siguen llenando los vasos. Tú bebes para no verme, y yo me callo porque, de tanto gritar, las cuerdas vocales se desgarran en llanto. Duelen, hacen daño. Respiro hondo y me sereno. Porque también hay días claros de corazones ardientes, más de los que en el f...
Trinchera
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Se oye el rumor lejano de la vida, carretera que une la flor con el negro destino. Se h uele a madera de pino, olor a tierra mojada. Nace de cada aliento el resuello de los recuerdos. Aire, agua y viento. El frío se cala en los huesos, aunque ya pasó la navidad y sus inventos. Dicen las malas lenguas que de años atrás, solo hubo muerte. La vida de los muertos errantes, los sin suerte. Aquellos que callaron todo lo que vieron y, sin hablar, todo lo dijeron. Son las almas de cada historia, cada lápida divisada en la serranía. Son las sonrisas arrebatadas por una patria oscura. Miles de vidas truncadas. Se escucha en el silencio atroz cada alcayata, clavada en el alba rosada. Retumk¡mban los fusiles al doblar de las campanas y retrocede, cañón, como asustado, por lo que acaba de hacer. Rememoran ordenes mustias de hombre, de los monstruos del día a día. Conviven dos bandos, incapaces de verse; incapaces de querer. Se leen octavillas que proclaman falsas victorias y largas mentir...
Sopa fría
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
A veces es importante alejarse, buscar nuevas perspectivas, como el reflejo que te ofrece ese viejo flexo de metal que descansa sobre tu mesa. A veces hay que dejarse la piel, porque este momento deja de ser momento en el efímero instante en el que lo nombramos. La vida es un vaivén de emociones. Y tú eres la que más me preocupa. No sé si por tus claros ojos o por los escalofríos que me recorren al saborearte de nuevo. Que ya no hay mañanas tristes, ni noches apuradas, ahora todo es claro con tintes oscuros. Oscuridad teñida de brillantes surcos. Y donde ayer no había nada, hoy estás tú. Y dónde estás tú, todo se reduce a la más mínima nada, porque nada importa, porque todo tiene insignificante valor. Ese es el momento en el que nombramos al Amor. Tras esa eterna parada viene nuestra perdición. Perdemos la noción del tiempo, los gritos hacen más daño, las heridas no cesan de sangrar... las rosas se vuelven a secar. Ya no sabemos que está bien, qué está mal, porque, aunque nunca lo ...
Soneto de amor
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones

Voy a escribirte mi particular soneto de amor, algo que te llegue al alma, que te inunde la razón. Una sonrisa por cada lágrima. Vamos a hacer del mundo un lugar para amar. Donde no importe el vacío que no importe si no se puede palpar. Será etéreo, como el amor que ahora mismo nos une. Será ese escalofrío que te recorre cuando en el cuello te beso, cuando al oído me susurras. Esa caricia suave, de manos frías y corazón ardiente. Esa melodía lenta, que acompasa las horas que pasamos juntos. Un latir en el pecho. Tiemblan los cimientos tiembla el pecho, cuando quiero llorar y no puedo; cuando me haces reír y te prometo. Prometo no fallar, no negar. Porque lo mío es tuyo y tú eres en mi. Eres ese sueño inalcanzable que se tornó visible, que comparte mis tardes. Las mañanas en espera y las noches en vela. Los besos y los "te quiero" nada valen si de ti no salen. Incumplir promesas ha sido tu estilo, pero más vale tarde que nunca, la razón se dio cuenta antes de haber perdi...
Lo esencial es invisible a los ojos
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Oscureció al amanecer, cuando sus ojos azabache se abrieron al mundo. Una mirada fría, un café cansado, pura melancolía. Y ya no hubo más luz. Del negro pasado no quedaba nada, ni rastro, sociedad del 'uno más' que se encargó de borrar toda muestra de insurrección. Y sin embargo, de su garganta emanaba un lento aliento. Silencio de revolución. Silencio porque no se escuchaba nada, porque las voces se alzaban altas y claras pero desde las mentes conscientes. Nunca supo reconocer cual era su sueño, nunca lo tuvo claro, no supo... y la música resbaló entre sus dedos. Pequeñas gotas de rocío surcaron su cara en el último día de su nigérrima vida. Cuando se descubrió no era tarde. Todavía tenía cuerda aquel viejo reloj de pared, viento golpeado por el péndulo de la vida. Cuando se descubrió, sintió frío. Tormenta dentro y fuera de él. Y en el triste horizonte se fue abriendo el último surco de un sueño que jamás había empezado a perseguir. El sueño que buscaba la esencia. E...
Maldita dulzura la nuestra
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Hace un mes mi vida cambió radicalmente. Dejé de escuchar la lluvia caer dentro de mi, volví a renacer desde las cenizas del ayer... y desperté. Descubrí la pequeña gran sensación de la libertad y joder como engancha. Las horas se hacen cortas, las palabras innecesarias. Es la misma sensación que escuchar a Ludovico al piano y recorrer todos los trazos que por las noches tracé en tu espalda. Cada surco desdibujado por antiguas miradas. Sin embargo, hay tiempos infelices, absurdos y llenos de negro rencor, en los que , hasta la más bella flor queda derruida por el arcángel de la muerte. Porque tenemos memoria y sentimientos, porque recordamos y olvidamos al antojo de los sueños. Por ello hay una frase que me viene acompañando desde hace ya algunos años. Porque del amor he aprendido mucho y sé muy poco, porque en el fondo siempre suena la misma canción: maldita dulzura la nuestra. Y es que siempre empezamos cerca del final, en los sin sentidos, en el retornar de las peq...