Tsunami
Hace apenas un año, mis emociones eran contenidas dentro de mí durante largos periodos de tiempo. Solo, de vez en cuando, muy de vez en cuando, explotaba. En forma de tsunami.
Ahora, tras un año en el que mi vida a pendido del hilo de mi mente, tras tanto frío en pleno verano, tras tantas horas en vela, tras tantos sueños que me hacían estrellarme más de cerca con las grandes olas... tras tanto sufrimiento, mis sentimientos han decidido aflorar. Y a veces lloro antes si quiera de empezar.
Cuantas más historias escuchas, más piensas que lo tuyo no es tanto como parece. En el fondo, toda la vida se sustenta en una conciencia, la conciencia individual, la colectiva, la tuya, la mía, la nuestra. O en ninguna. Porque hay días en los que ni los de siempre siguen en su sitio.
¿Cuanto dolor somos capaces de soportar? ¿Cuánto dolor ajeno estás dispuesto a permitir? ¿Cúal es el precio de tu egoísmo? ¿Cúal es el precio de tu precio?
Muchas veces lloro, como ya os he dicho. Y cuanto más lloro mejor me siento, dicen que así se recobra el pH de tu cuerpo. Mis parientes me decían "llora, llora, que menos mearás". Pero cuando ya no lloras por ti, sino por ella, por él.... Nadie se da cuenta, no es pena, es empatía.Compartir experiencias.
Cuantas más experiencias compartamos mejores seremos, más buenos. Yo no se mucho de la vida, cada día, de hecho, me llevo una paliza; pero sí sé que quiero ayudarte. Voy a arriesgarme.
Como canta un grande "Lo contrario de vivir es no arriesgarse".
Ahora, tras un año en el que mi vida a pendido del hilo de mi mente, tras tanto frío en pleno verano, tras tantas horas en vela, tras tantos sueños que me hacían estrellarme más de cerca con las grandes olas... tras tanto sufrimiento, mis sentimientos han decidido aflorar. Y a veces lloro antes si quiera de empezar.
Cuantas más historias escuchas, más piensas que lo tuyo no es tanto como parece. En el fondo, toda la vida se sustenta en una conciencia, la conciencia individual, la colectiva, la tuya, la mía, la nuestra. O en ninguna. Porque hay días en los que ni los de siempre siguen en su sitio.
¿Cuanto dolor somos capaces de soportar? ¿Cuánto dolor ajeno estás dispuesto a permitir? ¿Cúal es el precio de tu egoísmo? ¿Cúal es el precio de tu precio?
Muchas veces lloro, como ya os he dicho. Y cuanto más lloro mejor me siento, dicen que así se recobra el pH de tu cuerpo. Mis parientes me decían "llora, llora, que menos mearás". Pero cuando ya no lloras por ti, sino por ella, por él.... Nadie se da cuenta, no es pena, es empatía.Compartir experiencias.
Cuantas más experiencias compartamos mejores seremos, más buenos. Yo no se mucho de la vida, cada día, de hecho, me llevo una paliza; pero sí sé que quiero ayudarte. Voy a arriesgarme.
Como canta un grande "Lo contrario de vivir es no arriesgarse".
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