Sombras
Ni me encuentro, ni me creo perdida. Ando en un limbo en el que no tengo explicación para nada de lo que me sucede. Las taquicardias van y vienen, mi subconsciente me tortura, se me acelera el pulso, me puede el estrés, me muerden las manos, se me alquitrana el alma, escupo negro, hiero a los que quiero.... Muero.
Soy ángel negro sin posibilidad de luz. Debe ser que no puedo pensar más allá de mis dos palmos de narices, estoy seca, podrida, putrefacta, inquieta. Veneno corre por mis venas, veneno y alcohol. Veneno y veneno. No hay humo, no hay calma, no hay nada que me retenga en esta patria. No hay patria, no hay gracias. Sólo dolor compungido. Sólo estelas de mierda que barro y unto en mi esencia.
No soy nada para nadie y si lo soy olvidadme. Sólo traigo el mal. Me encapricho, lo uso y tiro. Lo reduzco a cristales rotos que más tarde tendré que pisar, tragarme mi orgullo. Matarte. En mi memoria, en mi corazón; aún no me he vuelto tan violenta. Aún reconozco el perdón.
Sé de humillaciones, de soledad, de tu mierda de posesión. Sé que quiero saber, pero odio lo que sé. Y con tanta chatarra envuelta en palabras también tengo sed. Tengo la boca seca y mi pecho ardiendo. Soy antorcha humana, doy miedo. Tengo los ojos ensombrecidos por dentro, donde duelen. Tengo un horizonte perdido, oscuro, negro, oculto. Oculto, negro, oscuro, perdido... Las larvas ya salen de mi boca.
Lo siento.
Soy ángel negro sin posibilidad de luz. Debe ser que no puedo pensar más allá de mis dos palmos de narices, estoy seca, podrida, putrefacta, inquieta. Veneno corre por mis venas, veneno y alcohol. Veneno y veneno. No hay humo, no hay calma, no hay nada que me retenga en esta patria. No hay patria, no hay gracias. Sólo dolor compungido. Sólo estelas de mierda que barro y unto en mi esencia.
No soy nada para nadie y si lo soy olvidadme. Sólo traigo el mal. Me encapricho, lo uso y tiro. Lo reduzco a cristales rotos que más tarde tendré que pisar, tragarme mi orgullo. Matarte. En mi memoria, en mi corazón; aún no me he vuelto tan violenta. Aún reconozco el perdón.
Sé de humillaciones, de soledad, de tu mierda de posesión. Sé que quiero saber, pero odio lo que sé. Y con tanta chatarra envuelta en palabras también tengo sed. Tengo la boca seca y mi pecho ardiendo. Soy antorcha humana, doy miedo. Tengo los ojos ensombrecidos por dentro, donde duelen. Tengo un horizonte perdido, oscuro, negro, oculto. Oculto, negro, oscuro, perdido... Las larvas ya salen de mi boca.
Lo siento.
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